sábado, 21 de abril de 2012

FORCAU DEL CUERNO 973 m.



Cumbre del pico Forcau del Cuerno 973 m.

RUTA MODIFICADA A CAUSA DE LAS INCLEMENCIAS DEL TIEMPO

Salida de Grado: 8:00 horas

Paradas en Oviedo: La Gruta, Plaza toros, Menéndez Pidal, etc.
Parada a desayunar: Arriondas (Cafeteria NEYCAR).



Lista de PARTICIPANTES:
  1. Dani Rodríguez
  2. Emilio
  3. Mónica
  4. Pepín Coalla
  5. Antonio Gancedo
  6. Jesús "Cloyo"
  7. Mª Jesús
  8. Lilian
  9. Moises
  10. José Antonio
  11. Rosalia
  12. Ana Mª García
  13. Chus Banesto
  14. José Álvaro
  15. Jesús Pérez - Chuchi
  16. María Pravia
  17. Mª Jesús Gómez
  18. Javier
  19. José Enrique
  20. Julia Arias
  21. José Luis G. Pérez
  22. Clara Isabel

DESNIVEL:
864 m en ascenso y 874 m en descenso.

DISTANCIA:
Alrededor de 10 kilómetros.

DURACION:
Entre 5 horas y media y 6 horas.

Esta ruta fue realizada durante el Calendario de Actividades del 2.009, concretamente el 7 de febrero, pero el día, climatológicamente hablando, no nos acompaño en aquella ocasión. Esparamos en esta tener mejor suerte.

La Sierra de Llue o Sierra de Juan Robre es un pequeño cordal situado entre el Cuera y el Macizo de Andara, separado de la primera por un amplio valle en el que se ubican numerosos pueblecitos de Peñamellera Alta y del segundo por el estrecho desfiladero que forma el Cares en su descenso hacia Panes. Es una corta y estrecha serranía caliza que tiene su punto culminante en el Forcao del Cuerno, prácticamente en su centro geográfico. Administrativamente, sus cumbres más altas están en el Concejo de Peñamellera Alta; el límite provincial con Cabrales corta perpendicularmente a la Línea de cumbres a la altura de la Braña de la Nava.

La excursión que tenemos prevista es la travesía de esta sierra, entrando por su borde oriental en Trescares para acabar en Arenas de Cabrales, al pie de su vertiente occidental. Excursión muy cómoda si se hace por el ancho camino que une estos dos pueblos a media ladera pasando por la Braña de la Nava, y mucho menos cómoda si se hace, por el atormentado relieve de la Línea de cumbres. Posibilidad ésta que, como compensación, ofrece unas mucho más amplias panorámicas tanto hacia el Cuera como hacia las cumbres de los macizos Central y Oriental.

A la entrada de Trescares (O h., 110 m.), cogemos la carreterilla que asciende hacia Cáraves (0:35 h., 300 m.), justo al pie de la sierra. Se va abriendo una magnífica vista, que será cada vez mejor conforme ganemos altura, de todo el valle del Cares moteado de pueblecitos y dominado por la altiva silueta de la Pica de Peñamellera.

Desde el barrio más alto de Cáraves nos encaminamos ya a ganar la ladera Sur de la sierra por una caleya empedrada que se dirige (ONO). Pronto empezarán a aparecer las primeras cumbres nevadas de los Urrieles, que, al aparecer a su izquierda la inconfundible silueta del Naranjo, identificaremos como el Neverón y los Albos.



          El sendero trepa por una lengua herbosa a media ladera, dejando los impresionantes murallones rocosos a la derecha y los precipicios que caen sobre el Cares a la izquierda.

La caleya pronto se pierde en la alta hierba de los prados sin segar, y por ella llegamos hasta la cresta cimera (1:30 h., 640 m.), justo a la derecha de los inaccesibles murallones rocosos de nuestro imaginario barco. A la estupenda vista, ya comentada, sobre el Cares se une una impresionante perspectiva sobre toda la muralla meridional del Cuera y los pueblos (Rozagás, Ruenes...) que haya sus pies. Las cumbres más altas del sector centro-oriental de la sierra (Cabeza la Desna, Pica d'Aba, Liño) las tenemos justo enfrente, y, desde ellas, toda la crestería que va descendiendo hasta el Pico del Paisano, en el extremo oriental, con la ermita claramente visible en su cumbre. El Torvina aparecerá pronto, quizá la mejor vista del Cuera que podemos contemplar.


Un húmedo y resbaladizo senderillo va bordeando la sierra por la vertiente que da al Cuera, volviendo a salir a la cresta (1:50 h., 740 m.) en una zona de terreno escabroso, con multitud de jous cubiertos por un hayedo sorprendentemente denso. El sendero desaparece, pero para llegar al Forcao del Cuerno ya no hay más que ir siguiendo (SO) la poco definida línea de cumbres. El terreno es sumamente incómodo, con la caliza muy fracturada y resbaladiza, que obliga a tener mucho cuidado para no resbalar y meter el pie en un agujero. Las hayas, por otra parte, no permiten una gran visibilidad. Sin dificultades, pero de lo más molesto.

En la cumbre (3:05 h., 974 m.), Las cumbres de los Urrieles están momentáneamente metidas en una nube; lo que si se ve despejado a su izquierda es el Macizo Oriental, y sobre todo su parte baja: los puertos de Era, Peña Vigueras, Cabezo Obesón, etc., por la que tan bonitas excursiones hicimos el año pasado. Intentamos mantenemos un rato en la cumbre porque por occidente se ve que viene bastante despejado, pero está muy desapacible y acabamos por tener que descender. Lo hacemos siguiendo también la línea de cumbres hasta que aparece a nuestros pies la Braña de la Nava; ya ha dejado de llover, las cumbres de los Picos se han despejado y las cabañas, trescientos metros por debajo de nosotros y en medio de unas espléndidas praderas en las que empieza a dar algún rayo de sol, componen un magnífico cuadro con la cumbre de los Llerosos, al fondo. Paramos tranquilamente a comer, gozando del panorama mientras la tarde mejora a pasos agigantados.

Dejando la crestería, pero conservando la dirección (SO), bajamos hacia la majada. En sus proximidades el terreno vuelve a estar cubierto de jous y hayas, y nos lleva algo más de lo previsto el llegar a sus primeras cabañas (4:05 h., 700 m.). Es una braña preciosa, con un sinnúmero de cabañas y de vacas y una bonita vista del Forcao del Cuerno.


El camino hacia Arenas sale de la parte baja de la majada primero en dirección sur, como si fuese a precipitarse al Cares, para enseguida virar al oeste y empezar a bordear una sucesión de torrenteras. Preciosa vista de Arenas y los demás pueblos de Cabrales, y posteriormente del desfiladero formado por el Cares entre los Picos y nuestra propia sierra. Es un descenso largo y lento, tras dar un montón de revueltas y atravesar un denso bosque de acebos, salimos por fin a los prados que hay sobre Arenas; corriendo por ellos llegamos al pueblo (5:40 h., 100 m.).














 

2 comentarios:

  1. Hola Álvaro, apúntame para la salida del día 21, cogeré el autobús en La Gruta.
    Saludos,

    Fernando Méndez

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